El logro de un "Cerebro Positivo"
¿Cómo se logra aceptar los errores y disponerse a volver a intentar aquellas cosas en las que se fracasó, tolerando la frustración ante la falla?
Esta actitud positiva, se consigue desde la infancia por medio del desarrollo de un estado neurológico en los niños, que algunos denominan “el cerebro positivo”.
Este estado permite estar mentalmente receptivo y abierto a tomar riesgos, tolerar las equivocaciones e intentar las cosas de nuevo sin desalentarse.
El fortalecimiento del área superior del cerebro, permite que regulemos nuestro cuerpo y emociones, continuar desarrollándose hasta a mediados de los 20 años, razón por la cual los niños tienen mayores dificultades para autorregularse y pensar desde otras perspectivas, sin ayuda de los mayores.
De ahí la importancia de los padres y educadores en ayudar a la regulación del niño, por medio del desarrollo de una propia actitud positiva de apertura.
Para lograrlo se requiere trabajar en la propia:
Cuando los padres reaccionan con rabia y enojo, se activa el sistema nervioso simpático que nos “revoluciona” activando nuestra frecuencia cardíaca y respiratoria, los niños nos ven y reaccionan igual.
Cuando, por el contrario, se controla la reacción y se accede a un nivel de calma suficiente para activarse pero no sobre reaccionar, los niños se calman, logran pensar e imitar nuestro estado emocional de calma.
Somos los padres quienes ayudamos a los niños a regular sus reacciones por medio del modelamiento de actitudes y de la conexión con sus vivencias y afectos.
Referencias:
Bryson, T.P. & Siegel, D. (2018). The Yes Brain.