Coherencia Emocional; relación entre el cerebro y el corazón
La actividad del corazón afecta la claridad mental, la creatividad, el equilibrio emocional, la intuición y la eficacia personal.
Recientes investigaciones confirman que hay una relación directa entre nuestro corazón y la capacidad para auto-regularnos.
La ciencia ha estudiado los diferentes mecanismos fisiológicos mediante los cuales el corazón y el cerebro se comunican y cómo la actividad del corazón influye en nuestras percepciones, emociones, intuición y salud.
Las emociones estresantes o agotadoras, como la frustración, miedo, rabia, impotencia, tristeza, culpa, vergüenza y la sobrecarga, producen desorden en los centros cerebrales de nivel superior y el sistema nervioso autónomo, que se reflejan en los ritmos del corazón y afectan de manera negativa el funcionamiento de todos los sistemas corporales.
Descubre los beneficios de la coherencia emocional, cómo se mide y técnicas simples para practicar.
BENEFICIOS DE PRACTICAR TÉCNICAS DE COHERENCIA EMOCIONAL
Recientes estudios han comprobado cómo las emociones estresantes (o negativas) y las positivas como la apreciación, altruismo, compasión y cuidado, afectan la actividad en el sistema nervioso autónomo (SNA) y también los sistemas hormonales e inmunitarios. Estudios científicos han demostrado más de 1.300 reacciones bioquímicas protectoras que se activan desde el estado de coherencia emocional y se deprimen cuando estamos sometidos a emociones negativas. Esto significa que emociones positivas ayudan a activar el sistema inmunológico, endocrinológico, mejorando la salud.
Hoy se sabe que el corazón es un centro de procesamiento de información altamente complejo que cuenta con su propio cerebro comúnmente llamado cerebro del corazón. Este se comunica e influye en el cerebro craneal a través del sistema nervioso, el sistema hormonal y otras vías, afectando la función cerebral y la mayoría de los órganos principales del cuerpo que desempeñan un papel importante en la experiencia mental, emocional y finalmente en la calidad de nuestras vidas.
Es decir, el “estar bien” no depende solo de cómo logremos guiar nuestros pensamientos e ideas, sino de que podamos sentir y experimentar emociones positivas en nuestra vida diaria.
La comunicación entre el cerebro y el corazón afecta significativamente la forma en que percibimos y reaccionamos ante nuestro mundo.
Tradicionalmente el estudio de las vías de comunicación entre el cerebro y el corazón se ha abordado desde una perspectiva unilateral centrándose principalmente en las respuestas del corazón a las órdenes del cerebro.
Sin embargo, la comunicación entre el corazón y el cerebro es un diálogo dinámico, continuo y bidireccional, influyéndose mutuamente en sus funciones. Esta comunicación se lleva a cabo mediante cuatro vías principales:
La comunicación desde el corazón, a lo largo de todas estas vías, afecta significativamente la actividad del cerebro. Las investigaciones sostienen que los mensajes que el corazón envía al cerebro afectan el rendimiento.
Las emociones estresantes o agotadoras, como la frustración, miedo, rabia, impotencia, tristeza, culpa, vergüenza y la sobrecarga, producen desorden en los centros cerebrales de nivel superior y el sistema nervioso autónomo, que se reflejan en los ritmos del corazón y afectan de manera negativa el funcionamiento de todos los sistemas corporales.
Por ejemplo: al sentir miedo, el corazón envía una señal al cerebro que refleja este sentimiento, siendo esta señal irregular y caótica. El cuerpo humano interpreta este tipo de señales como estrés y establece mecanismos para ayudarnos a responder apropiadamente, aumentando los niveles de cortisol y adrenalina en nuestro torrente sanguíneo, interrumpiendo la liberación de otros productos químicos que apoyan funciones importantes en nuestro cuerpo. El problema es que esta respuesta de estrés está diseñada para ser temporal y breve, condición que no se da hoy en día dado el estilo de vida que muchos llevan.
Numerosos estudios han demostrado que la coherencia del corazón, es decir, cuando existe un patrón coherente en las variaciones de los ritmos cardíacos con predominio de la frecuencia del corazón de 0.1Hz, se produce un estado fisiológico óptimo, asociado con el aumento de la función cognitiva, la capacidad de autorregulación, la estabilidad emocional y la capacidad de recuperación. Es decir, un patrón altamente ordenado es signo de buena salud y equilibrio emocional.
La actividad del corazón afecta la claridad mental, la creatividad, el equilibrio emocional, la intuición y la eficacia personal. Este estado se puede lograr a través de diferentes técnicas simples e incorporando mediciones con un biofeedback.
Estudios científicos han demostrado más de 1.300 reacciones bioquímicas protectoras que se activan desde el estado de coherencia emocional y se deprimen cuando estamos sometidos a emociones negativas.
Es una técnica fácil, simple y eficiente de implementar en tu vida cotidiana.
Referencias:
HeartMath Institute. (2015). Resilience- A key to fulfillment. Extraido de https://www.heartmath.org/training/importance-of-resilience/
Instituto Español de Coherencia Psico-Fisiológica. (S.F.). The Resilience Advantage. Extraido de http://institutodecoherencia.com/formacion-coherencia/resilience-advantage/
McCraty, R. (2015). Science of the heart: Exploring the Role of the heart in human performance. USA: HeartMath Institute.